El candidato uribista acaba de ser elegido este domingo sobre el izquierdista Gustavo Petro.
El derechista Iván Duque, candidato del Centro Democrático, acaba de ser elegido presidente de Colombia con una diferencia de 12% sobre el izquierdista Gustavo Petro, candidato de ‘Colombia Humana’.
Escrutadas el 100% de las mesas de votación del país, Duque obtuvo un total de 10’373.080 votos (53,98%) por 8’034.189 sufragios (41,81%) de Petro. Por su parte, El voto en blanco sacó 4,2% con 808.368 votos. En total, en el país se registraron 19’215.637 votos.
Iván Duque ganó en casi la totalidad de departamentos, excepto en Atlántico, Sucre, Chocó, Valle del Cauca, Cauca, Nariño, Putumayo y Vaupés.
La segunda y definitiva vuelta para elegir al próximo presidente de los colombianos, se llevó a cabo en completa calma en el país después de muchas décadas, como consecuencia de la desmovilización de las Farc de guerrilla por el acuerdo de paz llevado a cabo en La Habana (Cuba), entre el gobierno Nacional y ese grupo guerrillero.
LA SEGUNDA VUELTA
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales enfrentaron al derechista Iván Duque y al izquierdista Gustavo Petro. Ambos ofrecían rutas diametralmente opuestas para la cuarta economía de Latinoamérica. Más de 36 millones de votantes tenían la posibilidad de definir la suerte del acuerdo de paz que desarmó a la exguerrilla Farc.
Pese a que el año pasado evitó cerca de 3.000 muertes, el pacto dividió profundamente a una sociedad anestesiada por más de medio siglo de violencia. «Son elecciones trascendentales», afirmó Juan Manuel Santos, el impopular presidente que dejará el poder en agosto, al votar temprano en Bogotá. El Nobel de la Paz 2016 destacó las «garantías» de seguridad que tuvieron los electores, en un país en el que la guerra alteró por décadas los comicios.
La jornada electoral se inició a las 08H00 locales (13H00 GMT) con la apertura de las mesas, que cerrarán a las cuatro en punto de la tarde.
IMPACTO REGIONAL
Duque, que promete modificar el pacto, era el favorito de los sondeos. Con 41 años, el ahijado político del polémico expresidente Álvaro Uribe (2002-10) se convirtió en el mandatario más joven en ser elegido en Colombia desde 1872.
Petro, de 58 años, es un exguerrillero del disuelto M-19 que a la defensa de los acuerdos de paz le sumaba una batería de reformas y pretendía romper con la gobernanza histórica de la derecha.
Con la otrora guerrilla comunista transformada en partido y diálogos en curso con los rebeldes del ELN, la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, así como las relaciones y la migración sin precedentes desde Venezuela se abrieron espacio en la campaña.
Una contienda que, además, servirá de preludio para una eventual reorganización política de la región. La izquierda mira con atención tras los reveses en Argentina y Chile, mientras México y Brasil están expectantes del movimiento del péndulo político colombiano para sus comicios de julio y octubre respectivamente.
EL PESO DE URIBE
Vencedor de la primera vuelta con el 39% de los votos, Duque tiene una experiencia política de cuatro años. Aunque se destacó en el Senado, al parlamento llegó impulsado por una lista cerrada liderada por Uribe. «Nada es de él, todo ha estado apalancado por el capital político que tiene el expresidente Uribe», aseguró el analista Fabián Acuña.
Duque pretende recuperar el máximo cargo del país para una derecha contraria al acuerdo con las Farc, bajar impuestos a las empresas y encabezar la presión internacional contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Quiero «cimentar la cultura de la legalidad, donde se le diga al crimen que el que la hace la paga», señaló este domingo tras votar.
El exsenador, que también anuncia endurecimiento en las condiciones para dialogar con el ELN, quiere que los jefes rebeldes culpables de delitos atroces paguen un mínimo de cárcel y no ocupen ninguno de los diez escaños parlamentarios reservados al ahora partido Farc.
Los exguerrilleros ya dejaron las armas y participaron en las legislativas de marzo, con un resultado marginal del 0,5% de los votos aunque con la representación en el Congreso asegurada por el pacto.
Pero aún faltan por concretar aspectos claves del acuerdo como la verdad y reparación para millones de víctimas y reformas rurales que pretenden evitar nuevos conflictos. «Con cualquiera de los dos (candidatos) no podemos bajar la guardia», dijo el líder de las Farc, Rodrigo Londoño (Timochenko), luego de sufragar en Bogotá. Si gana, Duque contará con mayorías en el parlamento y el respaldo de las élites políticas y económicas.
POLÍTICA EN LAS PLAZAS
Exalcalde de Bogotá, Petro le devolvió a la política colombiana los discursos de plaza y la convocatoria de multitudes. Aunque en la carrera para el balotaje, al que accedió con el 25% de los votos en los comicios del 27 de mayo, se alejó de las calles y no pudo sostener ningún debate televisado ante la negativa de su contendor.
En un país de 49 millones de habitantes, con un 27% de pobreza y primer productor mundial de cocaína, Petro presentaba una serie de reformas que apuntan a «profundizar la paz», que respalda inequívocamente. Propuestas de impuestos para los latifundios improductivos, tránsito hacia una economía no dependiente del petróleo y el carbón, y críticas a la actual política antidrogas hacen temblar a las élites.
«La necesidad de cambiar las cosas es fundamental, vamos a construir una Colombia humana en paz, que se reconcilie a sí misma», apuntó este domingo.
La artillería contra el exguerrillero se centra en su antigua amistad con el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez. Para lograr alianzas con el centro descartó propuestas que antes ondeó con vehemencia, como una Constituyente para reformar la justicia y la política.
Fuente: www.portafolio.co